En Novartis llevamos más de 70 años impulsando y reimaginando las neurociencias. Estamos en constante movimiento y en búsqueda de nuevas soluciones en el ámbito de la salud, donde las enfermedades neurológicas (como la esclerosis múltiple, la migraña o el Alzheimer) son un porcentaje relevante en nuestra sociedad.
La esclerosis múltiple afecta a 2,5 millones de personas en el mundo, 48.000 de ellos aquí en España. Esta patología afecta directamente al sistema nervioso central, lo que produce en sus pacientes una pérdida de funciones físicas y/o cognitivas que se acentúan con el paso del tiempo.
Los tipos de EM que podemos encontrar son tres: la EM remitente-recurrente (EMRR), la EM secundariamente progresiva (EMSP), y la esclerosis múltiple primariamente progresiva (EMPP).
Alrededor de un 85% de las personas con EM fueron diagnosticadas inicialmente con EMRR, la cual se caracteriza por la aparición de brotes definidos a lo largo del tiempo, y periodos de remisión de los síntomas entre ellos.
Este tipo de esclerosis puede evolucionar a una esclerosis múltiple secundariamente progresiva, en la que los brotes aparecen con menos intensidad y frecuencia, pero los síntomas entre brotes empeoran gradualmente acumulándose una mayor discapacidad.
En el caso de la esclerosis múltiple primariamente progresiva, solo el 10% de los diagnosticados de EM tienen EMPP, siendo la menos frecuente y la que evoluciona más rápido en el tiempo.
La evolución de EMRR a EMSP
Existen algunas necesidades entre los pacientes de EM que no se consideran cubiertas, como el seguimiento exhaustivo de la evolución de la enfermedad para identificar de forma precoz los signos de progresión, o la existencia de medicamentos con un mecanismo de acción específico para la EMSP.
El deterioro cognitivo es uno de los factores clave en la detección de la progresión de la enfermedad. Los síntomas que se aparecen de forma más habitual son problemas de memoria, dificultad para formar palabras y/o para procesar información. También pueden aparecer síntomas físicos como el aumento de la sensación de cansancio o fatiga, el empeoramiento de la disfunción urinaria y fecal, o problemas al caminar y mayor frecuencia de caídas.
El compromiso de Novartis con la esclerosis múltiple
Durante los últimos 10 años, Novartis ha participado y colaborado en distintos proyectos para aumentar la visibilidad y concienciar sobre esta patología.
Entre todos los proyectos que desde 2011 se han promovido, destacan algunos como la participación con la asociación de Esclerosis Múltiple España, donde el objetivo era recaudar fondos para seguir apoyando y avanzando en la investigación de la EM.
Otras iniciativas señaladas son #YoDoymisPasos (2018), donde se promovía la recaudación a través de pruebas deportivas y carreras; el proyecto TrabajEMos (2017) donde se ayudaba a los pacientes de EM a reincorporarse al mundo laboral; o el estudio Me Interesa, donde se realizaron encuestas a más de 1.000 pacientes de esclerosis múltiple para identificar necesidades y ayudarles a afrontar mejor la patología.
El manejo de la esclerosis múltiple
Existen terapias específicas para intentar alterar el progreso natural de la patología, conocidas como terapias modificadoras de la enfermedad (TME), aprobadas para su uso en formas recurrentes de la EM.
En el caso de la EMSP, los tratamientos se centran en reducir lo máximo posible la progresión de la enfermedad y a reducir la acumulación de pérdida de función neurológica característica de este tipo de EM.
Las investigaciones también centran esfuerzos en encontrar tratamientos o terapias válidas en la EMPP, ya que actualmente son escasas.
La esclerosis múltiple afecta a 2,5 millones de personas en el mundo, 48.000 de ellos aquí en España