Los efectos secundarios del tratamiento para la leucemia mieloide crónica pueden ser incómodos, pero con algunos cambios en tu estilo de vida y una comunicación efectiva con tu equipo médico, es posible mejorar tu bienestar.
Comunicación constante con tu médico
Si experimentas algún síntoma o efecto adverso, no dudes en comentarlo con tu médico, aunque te parezca menor. Los efectos secundarios, incluso los aparentemente insignificantes, pueden ser una señal de cómo tu cuerpo responde al tratamiento.
Describir de manera clara y precisa lo que sientes permitirá que el equipo médico haga los ajustes necesarios en la medicación o las dosis, y pueda sugerir estrategias adicionales para mejorar tu bienestar. No subestimes ni minimices tus síntomas: ¡hablar siempre ayuda!
Consejos para sentirte mejor durante el tratamiento
Aquí te dejamos algunas recomendaciones sencillas que pueden ayudarte a sentirte mejor durante el tratamiento y a sobrellevar mejor los efectos secundarios:
1. Opta por bebidas saludables
Cambia el café por zumos naturales o agua. El café puede agravar las molestias digestivas, sobre todo después de las comidas, así que elegir alternativas más suaves como zumos de frutas naturales o simplemente agua puede ayudar a tu estómago y reducir el malestar.
2. Evita tentaciones después de comer
Realiza actividades saludables después de las comidas, como lavarte los dientes, dar un pequeño paseo o hacer respiración profunda. Estas actividades pueden ayudarte a evitar hábitos menos saludables, como fumar o beber, que pueden ser perjudiciales durante el tratamiento..
3. Limita el consumo de alcohol
Durante el tratamiento, es recomendable reducir el consumo de alcohol. Si decides consumirlo, procura limitarlo a no más de uno (mujeres) o dos (hombres) vasos de vino tinto durante las comidas. Esto ayudará a tu cuerpo a procesar mejor el tratamiento sin añadir carga extra a tu hígado.
4. Apóyate en tus seres queridos
Los amigos y familiares pueden ser una gran ayuda en momentos difíciles. Hablar con ellos no solo te brindará apoyo emocional, sino que también pueden ayudarte a mantener estos hábitos saludables, recordarte tus citas médicas y acompañarte en actividades relajantes que mejoren tu estado de ánimo.
5. Mantente activo dentro de tus posibilidades
Actividades ligeras como caminar o practicar yoga suave pueden ayudarte a reducir la fatiga y mejorar tu estado de ánimo.
6. Cuida tu alimentación
Intenta llevar una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras y proteínas, y evita los alimentos muy procesados. Una buena alimentación ayudará a tu cuerpo a estar fuerte y mejor preparado para enfrentar el tratamiento.
Recomendaciones nutricionales
Recuerda que estas sugerencias son generales. Consulta a tu médico en caso de que tengas necesidades particulares:
7. Apóyate en la asociación AELEMIC
Se trata de la Asociación Española de Enfermos de Leucemia Mieloide Crónica un espacio de encuentro, intercambio de información veraz y actualizada sobre la enfermedad, sus avances y de apoyo para los pacientes de LMC, sus familiares y amigos. Seguro que tiene recursos que pueden serte de utilidad, visita: www.aelemic.org.
8. Mantén una rutina de sueño regular
Dormir bien es esencial para recuperarte y tener energía al día siguiente. Intenta establecer un horario para acostarte y levantarte, y crea un ambiente tranquilo en tu habitación para favorecer un buen descanso.
9. Infórmate sobre técnicas de relajación
Practicar técnicas como la meditación o la respiración profunda puede ayudarte a reducir el estrés y mejorar tu bienestar general. Estos ejercicios también pueden ayudarte a manejar mejor los momentos de ansiedad y a sentirte más tranquilo.
Recuerda que estos cambios en tu estilo de vida son parte de un proceso para cuidar tu salud. A medida que te adaptas a tu tratamiento, es importante ser amable contigo mismo y reconocer los avances, por pequeños que parezcan. La paciencia y una actitud positiva pueden hacer una gran diferencia en cómo te sientes día a día.
